HISTORIA DE LA GRAFOLOGIA – DE MICHON A LOCKOWANDT
Maria Josep Claret Lopez y Montserrat Edo Miquel
Historia de la Grafología – De Michon a Lockowandt es un libro que debería estar en el escritorio de todo grafólogo.
Las autoras, Maria Josep Claret López y Montserrat Edo Miquel, para la compilación del texto han hecho referencia, entre otros, a los dosieres de Jaime Tutusaus y de Michel De Grave.
Jaime Tutusaus, quien nos dejó una bibliografía muy extensa y de cierto nivel, dibujó con esmero la apertura de las diferentes escuelas, integrando con sana sabiduría los principios esenciales de cada una de ellas.
El libro, con prólogo de German Belda, es de fácil consulta, ya que recorre toda la historia de nuestra disciplina, repasa las escuelas más significativas, las autoras y autores conocidos, sin olvidar las escuelas aparentemente secundarias, en ocasiones poco citadas o ya olvidadas que, en realidad, contribuyeron sustancialmente al desarrollo y a la difusión de la materia, concluyendo con un cuadro sinóptico y un mapa geográfico orientativo.
Por lo tanto, junto a los pioneros, definidos por ahora como “clásicos”, encontramos una serie de nombres menos conocidos, pero no por ello menos significativos: Ajuriaguerra, Avé-Lallemant, Ballandras, Backer, Bidoli, Binet, Bresard, Crépieux-Jamin, Crépy, D’Alfonso, Delamain, Echevarria, Müller-Enskat, Foglia, Gille-Maisani, Gobineau, Hegar, Heiss, Honrtoth, Janet, Klages, Klein, Knobloch, Lecerf, Lewinson, Locard, Lockowandt, Lombroso, Marchesan, Ménard, Michon, Moretti, Muñoz Espi-nalt, Odem, Pellat, Palaferri, Pophal, Preyer, Pulver, Ras, Ratzon, Roman, Rougemont, Saint Morand, Saudek, Seiler, Singer, Streletski, Teillard, Torbidoni, Trillat, Tutusaus, Trillat, Wieser, Wittlich, Xandró.
Las 280 páginas tienen un estilo narrativo fluido, casi a modo diccionario. De cada autor se mencionan los datos personales, los contenidos esenciales de sus contribuciones, su propio punto de vista sobre la Grafología, su bibliografía y, a ser posible, su propia escritura.
La velocidad de nuestros tiempos nos lleva a arrinconar el pasado y detenernos en el presente; esta actitud, a veces, nos hace perder de vista el tesoro sobre el que descansa nuestra profesión.
La habilidad de las autoras está en facilitar la lectura, puntualmente acompañada de gráficos sencillos y explicativos, ofreciendo la posibilidad de integrar y completar nuestros conocimientos.
Para ofrecer un solo ejemplo, Klara Roman (1881-1962), grafóloga y psicóloga de origen húngaro, domiciliada en los Estados Unidos desde 1946, es hoy poco citada en los diversos artículos y textos de Grafología. Sin embargo, su texto ‘Handwriting, a Key to Personality’ es de una clara integridad estructural y contiene una frescura de lenguaje que parece estar escrita ayer.
El libro recoge de forma sintética un conocimiento, del cual se hubiera podido perder una parte importante.
Antonello Pizzi
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